Elegimos el rojo y negro para nuestro diseño en Nike ID sobre la Presto, como visteis hace unos meses. La introducción en ID y varios lanzamientos de reediciones, nos advirtieron a prever que la silueta Air Presto volvería con fuerza!

Dieciséis años después de su origen, Nike actualiza el icono con materiales y tecnologías nuevas para crear la Nike Air Presto Ultra Flyknit.

Su mayor característica se sitúa en la parte superior adaptable de la zapatilla es incluso mayor gracias a la tecnología Flyknit, que proporciona flexibilidad en el cuello, ventilación en los dedos, lengüeta, sujeción en el talón y debajo de la puntera.

Como otra novedad en la línea Presto, el modelo Nike Air Presto Ultra Flyknit cuenta con un cuello a media altura, que le da mayor ajuste al tobillo. La estructura de TPU está rediseñada para adaptarse a la parte superior de Flyknit, mientras que la goma en los puntos de más contacto mejora la comodidad y la durabilidad. 

Apodada como «camiseta para el pie», la Presto, zapatilla originariamente de running cuenta con un diseño revolucionario. 

Su apasionante historia comienza a principios del año 2000, puede que la propuesta original de Presto fuera descarada, pero la historia de innovación de este modelo, que había empezado en Corea cuatro años antes, era un asunto serio.

1996

«Estoy en Corea por una reunión de producción», recuerda Tobie Hatfield, director jefe de innovación atlética, que trabajaba como desarrollador de calzado en ese momento, «y a todo el mundo le dieron un par de zapatillas recién lanzadas. Cuando me puse la zapatilla y me levanté, el cuello se ensanchó».

A Hatfield, esa adaptación, no del todo perfecta, le recordó a comentarios que había recibido hacía poco de un grupo de referencia. Los runners que participaron pedían principalmente dos cosas: la primera, no querían que sus pies pelearan con sus zapatillas, es decir, la adaptación era primordial, y lo segundo, querían un calzado que les ofreciera la misma comodidad que las zapatillas de estar en casa.

Así que Hatfield se puso a diseñar una zapatilla que proporcionara una adaptación y una comodidad incomparables. En seguida cogió lápiz y papel y sus bocetos pronto dieron lugar a un prototipo que contaba con lo que Hatfield llamaba un «corte en V», una zona en el talón que pretendía mejorar la adaptación.

«No quería correr en el prototipo porque creía que era importante recibir opiniones imparciales», explica Hatfield. «Así que le pedí a un compañero que la probara. Sin embargo, me preocupaba mucho una cosa: el prototipo era el número 39, y mi compañero llevaba un 41».

Pero Hatfield no tenía de qué preocuparse; su compañero no se quejó del número. De hecho, se sorprendió al descubrir que eran dos números menos. «Además de mejorar el ajuste del talón, el corte en V liberaba tensión en el cuello y creaba un efecto bisagra que ayudaba a la zapatilla a estirarse a lo largo», aclara Hatfield.

El rendimiento del prototipo fue una revelación. Si un runner con el número 41 podía llevar un 39, tal vez Nike podía replantearse las tallas del calzado en general.

«No hacemos medias tallas para nuestras camisetas; hacemos S, M y L», dice Hatfield. «Así que, ¿y si intentáramos lo mismo para el calzado? ¿Si le diéramos al atleta variedad?.

1998

Cuando Hatfield volvió a la sede central de Nike World en Oregón en 1997, él y un equipo de diseñadores siguieron trabajando en el proyecto. Los frutos de su trabajo se vieron por primera vez en el mercado en 1998, con el lanzamiento de Nike Air Gauntlet.

La zapatilla de running incluía claramente el corte en V, así como una capa de malla flexible en el antepié y una horquilla en el talón hecha de acero para muelles, que podía abrirse o cerrarse para personalizar la adaptación. Un interior sin costuras proporcionaba una mayor comodidad. «El objetivo era que la zapatilla no tuviera costuras y pudiera personalizarse», dice Hatfield. «Al combinar el corte en V con la horquilla del talón, el pie podía moverse y actuar de forma más natural».

1999

Con la intención de llevar el concepto hasta los atletas de élite, Hatfield y su equipo idearon las Nike Air Zoom Drive, lanzadas en 1999. La zapatilla tenía un cuello más tradicional, pero mantenía el interior casi sin costuras y la malla flexible en la parte superior. También conservaba la horquilla del talón, pero ahora incrustada. La tecnología Zoom Air visible, relativamente nueva en ese momento, proporcionaba a los runners amortiguación reactiva.

«La Air Zoom Drive era alta tecnología, una zapatilla de running acelerada», recuerda Hatfield. «Pero todavía estaba hecha sobre las mismas bases de comodidad y adaptación, pilares de proyecto original».

2000

El concepto para la Air Presto nació ese día trascendental de 1996 en Corea. Pero no fue hasta el año 2000, cuando la zapatilla se convirtió por fin en una realidad. El obstáculo final era llegar al material ideal para la parte superior.

«El modelo Air Huarache llevaba neopreno en el empeine, lo que le daba gran flexibilidad y amortiguación», explica Hatfield. «Pero el neopreno está diseñado para mantener el calor, lo que significa que no respira mucho. Así que le pregunté a nuestro equipo de materiales si tenían alguna idea para un sustituto transpirable del neopreno».

La respuesta fue malla espaciada, un material utilizado principalmente en la industria médica. La malla espaciada no solo es altamente transpirable, sino que también puede estirarse en todas las direcciones, ideal para una zapatilla que busca conseguir la flexibilidad que proporcionaba el primer prototipo con corte en V de Hatfield. «Con la malla espaciada, podíamos permitirnos hacer el corte en V un poco más moderado, sin sacrificar la flexibilidad», explica Hatfield.

Como reflejo de la idea original de Hatfield, la zapatilla estaba disponible en tallas que iban desde la XS hasta la XL, lo que hacía de «camiseta para el pie» un eslogan muy apropiado. Una estructura en forma de jaula en el mediopié y un contrafuerte externo en el talón daban el apoyo necesario, mientras que la puntera proporcionaba espacio para una mayor comodidad. La zapatilla por fin estaba lista, pero necesitaba un nombre.

«Tuvimos la idea de utilizar el método crowd-sourcing para el nombre, entre la comunidad de diseño y de desarrollo», dice Hatfield. «Creo que recibimos más de 300 ideas y una de ellas fue Presto Magic. Cuando te pones la zapatilla, se adapta de forma tan perfecta que es casi como cuando un mago dice: “Presto”».

A partir de ahí, Nike mantuvo este proceso poco convencional para los nombres de los colores de la línea. Estaban Catfight Shiner y Trouble at Home, el Abdominal Snowman y el Rabid Panda, cada uno acompañado de ilustraciones alegres que le daban a la zapatilla aún más carácter.